Pues bien, la ciudad 2.0 va más allá todavía de ser solamente una interfaz facilitadora de trámites sino que, también cumple con un cierto nivel de interacción con el ciudadano al permitirle canales virtuales para informarse en tiempo real de distintas situaciones que pasan en la ciudad, tales como: Información del tráfico vehicular y servicios de transparencia y contraloría. Las ciudades digitales también contribuyen con la educación cívica, democrática y vial del ciudadano al abrirle foros de interacción y retro-alimentación entre ciudadanos y personas expertas en las diferentes materias que atañen a la ciudad como seguridad, infraestructura, etc.
Desde luego la participación ciudadana es fundamental ya que la ciudad 2.0 es por y para el ciudadano, la labor del ciudadano es fundamental al señalar mediante su interacción las diferentes problemáticas urbanas y su participación activa también facilita la gestión del gobernante al poder detectar rápidamente las prioridades de la ciudad y poder implementar acciones que permitan solucionar esas problemáticas. Esta participación ciudadana la vemos mayormente en redes sociales, donde se utilizan como instrumento de denuncia por parte de los ciudadanos para señalar comportamientos o actos indebidos ya sea de otros ciudadanos o de las autoridades mismas. En la ciudad 2.0 se integra el concepto de «ciudadanía en vigilancia» y permite integrar a la interfaz virtual canales de comunicación que facilitan la denuncia así como integrar por ejemplo redes de cámaras que estén instaladas a lo largo de la ciudad y que la ciudadanía pueda seguir en tiempo real, todo esto debidamente coordinado con la policía local.
Las ciudades 2.0 responden a la tendencia global de la humanidad y también al uso del concepto de ciudad inteligente o digital como vía para conseguir ciudades más eficientes energéticamente, en atención al ciudadano y en cuestión de movilidad urbana. Pero el espacio o la interfaz virtual no solamente debe estar dirigida al ciudadano, también debe aprovecharse esta plataforma y enfocarse en la iniciativa privada como también en representantes locales que compartan sus ideas y ¿por qué no? hasta sus recursos, aprovechando de esta forma el capital intelectual y colectivo para mejorar las ciudades. En resumen podemos decir que las ciudades 2.0 son ciudades que desarrollan ciudadanía consciente y civilizada, ya que el ciudadano puede desde un mundo virtual tomar las riendas de su ciudad y con su participación activa transformar su entorno.
¿Te gustaría vivir en una ciudad 2.0? ¿En tu ciudad se han implementado acciones para lograr convertirse en una ciudad de estas características? los invito como siempre a que dejen todos sus comentarios, dudas y sugerencias en la sección destinada para ello en esta entrada o en la fan page de Facebook del blog donde por cierto estamos a punto de alcanzar los 10,000 likes. Nos seguimos leyendo en próximas entradas, saludos.