En la universidad diseñaba pensando en la forma, y luego articular su función, era mas libre. Actualmente en mi campo laboral, me toca basarme mas en lo funcional y luego encontrarle la forma, basado en un programa arquitectónico ajustado a un presupuesto, ya que siendo un pais en desarrollo priorizan la función que al diseño, por lo que restringe esa libertad de arquitecto de trabajar sin limites nuestro proyecto para que sea el mejor. Pero con el tiempo aprendí que fue difícil pero poco a poco se pueden articular las dos conceptualizaciones logrando un equilibrio, y es ahí donde la función la manejas mecánicamente, pero la forma la impones porque tienes criterios fuertes para convencer, así te haces buen arquitecto.